Los años volaron lentamente uno tras de otro, trayendo la
adolescencia y la juventud, los avances tecnológicos y los discos compactos,
aun tengo en mi memoria la pregunta del Sr Toricelly a mi padre…y don Octavio,
y ahora que hacemos? Venderemos discos compactos? O la expresión del Sr. Borda
cada vez que entraba a dejar una factura, mi padre fuerte, tan golpeado por los
anos, por la perdida de una hija menor, por los gastos, fue descuidando la
tienda hasta que poco a poco dejo de encender todas las luces de la tienda,
poco a poco con el pasar de los últimos meses, poco a poco mas allá de apagarse
cada foco, se evito encender, uno mas y otro, hasta que la tienda se convirtió
en el oscuro recuerdo de la gloria de antaño, o era el único negocio de la zona
que al no actualizarse se quedo olvidado e el tiempo, los pocos que avanzaron
siguen hasta hoy pero la tienda de mi padre un día cerro, el mismo día que
quedo un solo foco por encender y que al día siguiente debió apagarse, o
simplemente, no se encendió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario